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Para conocerte es muy importante que te des cuenta de “Lo que NO eres” y que tu mente se empeña en recordarte.
Todos tenemos una voz interior que viene de la infancia y de nuestra juventud (de acuerdo con la psicoterapeuta y autora Pia Mellody).
Esta voz interior la describe perfectamente Apocalipsis 12:10 NVI: “el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios”.
Esa voz interior que te dice que eres incapaz cuando quieres llevar a cabo algo que anhelas hacer, o que te paraliza con el mensaje de que no eres suficiente para lograr lo que deseas, esa voz interior que te recuerda que eres mala por algo que hiciste o pensaste hacer y que aunque te arrepentiste y no lo hiciste te continua acusando, esa voz que te paraliza de miedo para prevenirte que no hagas algo porque si te arriesgas a hacerlo, puede que sufras una decepción o sientas dolor por diferentes razones.
Lo importante es darte cuenta de estas voces que te dicen:
No eres suficiente
Eres incapaz
Eres mala
Tú no puedes…
Esa voz que te recuerda constantemente que ya te has equivocado y que esta vez será igual.
Darte cuenta de que tu no eres lo que ese pensamiento te está diciendo.
Si no has logrado escuchar esa voz puede que ya hayas logrado darte cuenta del miedo y la parálisis que te embargan y secuestran impidiéndote realizarte en tus sueños y aspiraciones. Darte cuenta de las consecuencia que esas voces de descalificación traen a tu vida.
Este es el primer paso en el descubrimiento de lo que “no eres”.
Luego es importante darte cuenta de que tu realidad es que tu no eres insuficiente, no eres incapaz, no eres mala y si tienes el deseo en tu corazón y sabes profundamente que el Espíritu Santo te está guiando para hacerlo, te recuerdo que la Palabra de Dios dice que Dios te da tanto el querer como el hacer: Filipenses 2:13 NBL Porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer , para Su buena intención.
Y como sabes que es el Espíritu Santo el que te esta guiando? Porque de solo pensarlo sientes la paz de Dios en tu corazón y la satisfacción que te dará el alcanzarlo.
Es necesario que te detengas cuando comienzas a sentir las emociones desagradables que estos juicios traen a tu cuerpo. Detenerte para amarte.
A esta voz interior de juicio yo lo llamo Criticón.
Ahora sonríe cuando te das cuenta que Don Criticón está activado.
No te quedes ahí.
Procura en lo posible de no regañarte ni sentirte culpable por darte cuenta del auto-maltrato.
El síntoma en el cuerpo lo vas a sentir:
Enojo
Tristeza
Miedo, etc.
Ahora que ya te diste cuenta de esa voz interior, ya te diste cuenta de la emoción que te produce y le pones nombre, ahora vas a cuidarte.
Recuérdate que tú no eres lo que piensas. Tu no eres lo que esa creencia te dice que eres.
Tú tienes una identidad preciosa y valiosa, no eres lo que esa voz crítica te dice.
La voz que te juzga no es lo que tú eres, es una construcción que hiciste desde tus interpretaciones de los sucesos pasados.
Ese mensaje descalificador no es verdad. No eres tú.
Necesitas tomar la decisión de no creer ese mensaje, tomar la decisión de no darle vida emocional dejándote secuestrar por esas emociones incomodas.
El poder de decisión es tuyo. Es necesario decidir.
Tu puedes, ahora que te das cuenta que criticón está hablando, tú puedes decidir creerle y entrar en el bucle del dolor o, puedes decidir ser amable contigo misma y en ternura llevar una atención cálida y amorosa a ese malestar y nutrirte como una madre amorosa nutre a su hija. Tu misma hacia ti misma.
Hoy es tu oportunidad de amarte con esos mensajes tiernos hacia ti.
Lo haces en segunda persona, te estás hablando a ti misma.
Por ejemplo:
Tú no eres eso… y dices tu nombre. Tu eres Hija de Dios y lo que te corresponde es Su paz que es tu derecho.
Yo siempre estoy aquí para ti…
Tu eres suficiente como eres…
Te recuerdas y afirmas en tus talentos y virtudes.
Te das un auto-abrazo.
Con ternura.
Respiras… profundo y lento (si te posible).
Es importante tener claro que esto es un proceso, un camino de vida que se llama auto-compasión.
El camino de llevarte a ser tu mejor amiga.
Marisbelia Tomodo
