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Me parece emocionante imaginar y observar en cada escena de los evangelios, cuando Jesús habla y responde a las preguntas de sus seguidores.
No encuentro pasajes en donde Jesús llegue y trate de adivinar qué es lo que la gente necesita o quiere en ese momento para manifestar el Reino de Dios, la gloria y el poder. En lo que he leído, siempre hubo una solicitud o petición de una necesidad específica.
Observo también que, sus mejores enseñanzas salieron de las preguntas, dudas o cuestionamientos que tenían sus seguidores y discípulos. Y es que preguntar conlleva muchas cosas, entre ellas; que se presta atención, que hay interés o que internamente deseamos entender algo.
Uno de los versículos que me llevó mucho tiempo comprender es: Santiago 4:3 Piden y no reciben; porque piden mal, para gastarlo en sus placeres.
Y es que si no sabes qué quieres, seguramente pedirás algo que simplemente solucione la situación de manera inmediata, debido a que no quieres sentir dolor, tener miedo, escasez, o estar en el proceso, entonces la intención al pedir no es la adecuada, no se origina en la fe.
Amada, aprende a orar desde las promesas de Dios, aquello a lo que tienes derecho, pensarás que no lo mereces; nadie merecía nada, aún así Jesucristo murió por ti y por mí.
No te enfoques en lo que se ve, más bien en aquello que en lo profundo de tu corazón, te está haciendo daño. Por ejemplo; cuando un árbol no da fruto, seguramente el problema no está en lo exterior, si no en las raíces, tiene necesidad de nutrientes.
Pide a Dios, sin dudar, con fe. La duda viene de la inseguridad, de no saber qué es lo que quieres realmente. Si no sabes qué es lo que necesitas en este momento, ora primero al Espíritu Santo para que te guíe en oración, y muestra tu corazón en humildad.
Oro para que afines tus oraciones, observes las necesidades internas que tienes, y aunque lo que esté a tus ojos sea adverso, debes saber que cuando se tratan las raíces, el árbol dará su fruto.
Sigue adelante en este caminar de fe, seguramente pronto verás tu milagro.
Marta Corado
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